No hace mucho, tuve una clienta a cuál llamaré “Rachel.” Rachel me llamó afligida. Acababa de recibir un aviso de cobro de una agencia de cobranza en Michigan. Rachel vivía en Miami. La carta demandaba $15,000, mas $4,000 extra por una “tarifa de agencia de cobranza.” A la sorpresa de esta clienta, el aviso decía que la deuda de esta demanda era hecha en nombre de su antiguo dentista en Miami. Era presuntamente por “servicios dentales sin pagar” de más de un año atrás.
Rachel ya había llamado a la oficina del dentista para obtener una explicación. Era simple, pensó. Debió de haber sido un simple malentendido en la oficina. Para su sorpresa, la oficina del dentista se reusó a hablar con ella o discutir cualquier detalle. Ninguna explicación acerca de cuál o cuales servicios dentales estaban sin pagar. Ninguna explicación de el porque esperaron más de un año para mandarle el aviso de cobro. “Mandamos tu cuenta a una agencia de cobranza. Converse con ellos,” es todo lo que dijeron.
Rachel nunca había estado en una situación así. Se sintió impotente y muy asustada. ¿De qué era esta deuda? ¿Tendría que ir a la corte? ¿Podría su acreedor embargar su salario? ¿Podrían tomar su casa? ¿Podrían ir tras sus cuentas bancarias? ¿Su cuenta de retiro? ¿Destruiría esto su crédito? Ella no sabía, por lo que me llamó.
Le dije que viniera con todos los documentos relevantes y obtuve la historia completa. La historia resultó ser mucho mas complicada. Revisé el aviso de cobro y el historial completo de facturas de la oficina del dentista. Investigué la mas reciente jurisprudencia en el asunto y usando los documentos y los detalles adicionales que Rachel me dio, honestamente analicé los puntos fuertes y débiles del caso de mi cliente y de la contraparte, el dentista. Un mes después, después de una carta y unas cuantas llamadas, pudimos resolver el caso de manera definitiva con mi clienta pagando menos de $1,000. Rachel estaba aliviada. No puedo prometer los mismos resultados para su caso, pero puedo prometer que usaremos todas nuestros recursos para ponerlo o ponerla en la mejor posición financiera posible.
Mi día típico como abogado no es como un capitulo de una novela de misterio de John Grisham, pero me gusta pasar mi tiempo usando mi conocimiento y formación profesional en ayudar a personas en necesidad, como pude hacerlo por Rachel. Cada caso es diferente, y diferentes hechos pueden significar diferentes resultados, sin embargo, teniendo un abogado con experiencia de su lado nunca esta de más. Así se encuentre en Manatee, Orlando, Tampa, o Miami, nuestros abogados tienen la experiencia y capacidad profesional para ayudar con sus problemas financieros. Ya sea defensa civil, venta hipotecaria, o bancarrota, podemos ayudar. Danos una llamada hoy para una consulta gratuita.